07/10/2007 El día anterior:…Músculos desentumecidos. Un paseo por Triollo. Momentos de silencio en los columpios del campo de fútbol de Triollo bajo la mirada imponente del Curavacas, ese silencio que sólo se encuentra en sitios como éste. Una cena en la habitación. La paz y la felicidad absoluta existen. Nos vamos a dormir como dos niños pequeños la noche de Reyes, soñando con los regalos, soñando con la arista…
Domingo 7 de Octubre de 2007. Poco antes de las 9 de la mañana, y documentados “hasta los topes” abandonamos Pinollano dando esquinazo a la niebla y sin saber que por delante nos esperaba una de las rutas más bonitas y emocionantes que hemos hecho por la Montaña Palentina, el ascenso al Espigüete por la Arista Este y posterior descenso por el Corredor Norte.Para nosotros, desde nuestra modesta experiencia, el “examen” de hoy era para sacar nota y creo que rondamos el notable alto.
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